23/9/12

Rock Japones / Historia

Texto: CHARLY HERNÁNDEZ.

¿Le debemos algo a los japoneses en lo que a la música popular y al rock se refiere? Yoko Ono, pensarán algunos de manera errada, mientras que a otros le sonará extraño.

Industrialmente, Japón es la segunda potencia (detrás de EEUU) en el mercado discográfico donde sus listas de ventas (ORICON) las pueblan en un alto porcentaje bandas japonesas. Si para la industria occidental la radio es una piedra angular en el ámbito promocional de un disco, en Japón no, pues las bases donde se asientan los comienzos del éxito de una banda son las revistas musicales como “What’s In?” o “CD Hits!” y la televisión, donde las series, sobre todo del género anime, utilizan para sus “openings” y “endings” canciones de grupos y artistas japoneses, otorgándoles así un salto al reconocimiento de público.

EL COMIENZO

La semilla que dio lugar al nacimiento de un árbol de amplio ramaje sonoro se llama kayôkyoku, término que se utilizaba tradicionalmente para hablar de la música popular japonesa, estilo que creció y se desarrolló allá por los años 20.

Llegando a los años 30 las discográficas extranjeras se asientan en el país asiático creando sellos como Nippon Columbia o Nippon Victor que se encargaban de dar difusión a la música occidental y también producir a músicos nipones.

Pero en este artículo me centraré especialmente en el rock (J-Rock), sus variantes y derivados, bandas, ídolos y todo un abanico de matices sonoros donde la sociedad, occidente, la cultura y la moda son ingredientes primarios.

ROCKABILLY (AÑOS 50)





Para hablar del J-Rock hay que remontarse a los años 50 cuando comenzaron las influencias occidentales llegadas de EEUU con el rockabilly. Los principales exponentes de este estilo fueron Masaaki Hirao y Kyu Sakamoto que contando con la difusión de revistas de información general y emisoras radiofónicas consiguieron el reconocimiento de masas incluso traspasando las fronteras niponas. Actualmente existen bandas neo-rockabilly y psichobilly como Hot Rockin’ Daddy-O’s, Peewee Pole Trio, Yuichi & The Hilltone Boys y otras que aparecen en un fantástico recopilatorio llamado “Neo Rockabilly Shakeout”.

Personalmente, me quedo con el disco homónimo de los Hot Rockin’ Daddy-O’s lanzado en 2008 por Thousands Records, sello que edita un gran número de artistas del mismo palo. El grupo está compuesto por T. Masuda (voz y guitarras), Tokono (batería) y Munetin (contrabajo). El LP contiene doce cortes prácticamente compuestos por el grupo y covers de Carl Perkins, Benny Cliff o Earl Hooker.

Destaco el primer tema del disco, `Life is Like a Ten Speed Bike’, la séptima canción que a golpe de banjo y violines consiguen un ritmo bluegrass llamado ‘Charming Daddy Blues’ y ‘The Pursuit Hapiness’, donde nos recuerdan a Elvis de principio a fin, con una impecable voz a cargo de Masuda.
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ROCK PSICÓDELICO (AÑOS 60)



La nueva década llevaba a oriente nuevos sonidos y tendencias. Los Beatles y sus guitarras fueron una influencia mayoritaria en la música japonesa de la época donde comenzaron a formarse las primeras bandas y nacieron los primeros “idols” que aparecían en los emergentes programas musicales dentro del panorama televisivo japonés.

Al contrario que en occidente, las bandas de rock en Japón utilizaban una estética que en apariencia mostraba a unos muchachos sanos y cuidados. Gran parte de estas bandas eran prácticamente copias de grupos y/o artistas como Black Sabbath, Jimi Hendrix, Led Zeppelín, etc. Bandas que se dieron a conocer dentro de esta etapa fueron Keiji Haino, The Tempters y mi favorita; The Flower Travellin’ Band.

Su creadora inicial era una joven, amiga de John Lennon llamada Yuya Uchida que durante un fructífero viaje por Inglaterra presenció conciertos de Cream o Jimi Hendrix que le despertaron las ganas de formar parte de todo aquello. A su vuelta a Japón formó Flower, grupo al estilo de Jefferson Airplane que contaba por entonces con dos vocalistas; Chiba Iroshi y la voz femenina de Remi Aso, Katsuhiko Kobayasi a la guitarra y Takeshi Hashimoto al bajo, publicaron un trabajo de versiones titulado “Challenge!” con una portada en la que los miembros del grupo posaron desnudos causando un gran revuelo entre la crítica y la sociedad.

Pero no sería hasta principios de los 70 cuando se compactaría definitivamente la banda con el abandono de Remi Aso y de Katsuhiko Kobayasi y la entrada de un nuevo vocalista conocido como Joe Yamanaka. Con la edición de un mini EP y de un LP titulado “Satori” ya bajo el nombre de The Flower Travellin’ Band se consagrarían en la creciente escena musical japonesa.

“Satori” es un disco clave, de portada sobria pero con una silueta que contiene motivos orientales y un interior impresionante en cuanto al arte se refiere. Las canciones no tienen títulos, se dividen en partes, cinco exactamente, que contienen un rock progresivo de riffs y experimentación que hacen de este LP una obra maestra.

Tras aquel trabajo llegaron los reconocimientos tanto dentro como fuera de Asia. Ficharon por Atlantic Records y grabaron en Canadá un nuevo álbum titulado “Made in Japan”, estuvieron a punto de telonear a los Rolling Stones durante su gira japonesa, pero la detención por posesión de drogas de Jagger tiró por tierra aquella oportunidad.

Actualmente siguen en activo tras sufrir varios cambios en sus componentes pero a fecha de hoy son: Yamanika a la cabeza, Hideki Ishima con la guitarra y su instrumento inventado por el que combina el sitar y guitarra eléctrica que bautizó como sitarla. Jhun Kowzuki al bajo, Joji Wada a la batería y la incorporación de teclados a cargo de Kuni Kawachi.
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ROCK PROGRESIVO Y LA DIVERSIFICACIÓN (AÑOS 70)



Siguiendo el rebufo que dejaban bandas engendradas en los 60 y comienzos de los 70 venían otras con influencias de hard rock que junto con la experimentación conformaban una nueva hornada de grupos en el país asiático.

Cosmos Factory sería uno de los grupos puntales en este género con cuatro trabajos discográficos que iban desde los primeros Pink Floyd, pasando por King Crimson hasta dar con el hard rock más duro. Cabe destacar el segundo trabajo editado en el 75, “A Journey With The Cosmos Factory”, de sonidos muy experimentales dada la instrumentación distorsionada y la inclusión de sintetizadores moog acompañados de los más raros efectos sonoros. Tsutomu Izumi (voz y guitarra), Toshkazu Taki (voz y bajo), Misao (violines) y Kazuo Okamoto (batería y percusión).

Pero no solo el rock progresivo y experimental dominaba el paisaje sonoro. Grupos y cantantes folk aparecían en escena como Kan Mikami, Takuro Yoshida y Kazuki Tomokawa (hermano del poeta Saturo Nozoki) influenciados notablemente por The Kingston Trio, entre otros y se mezclaban estilos que daban lugar a una amplia diversidad de la que salían nuevas ramificaciones como el enka, new music, pop idol y technopop de The Yellow Magic Orchestra, pioneros al ser el primer grupo japonés que realiza una gira mundial en el año 1979. Casi a comienzos de los 80 nacen Magokoro Brothers, dúo de folk-rock que llegaron a versionar ‘My Back Pages’ del mismísimo Dylan, canción que además perteneció a la película “Masked and Anonymous” (“Anónimos” en España) protagonizada por Penélope Cruz, Jeff Bridges, el mismo Bob Dylan interpretando a un famoso cantante llamado Jack Fate, John Goodman, Val Kilmer, etc.

NACIMIENTO DEL VISUAL KEI (AÑOS 80)



En los últimos coletazos de los años 70 ya se marcaba la tendencia de la “música visual” terminando de consolidarse en los 80 compactando así la definición de la mayoría de estilos musicales en Japón. Los grupos vestían de manera ambigua y andrógina rozando la estética femenina.

Hablar de esta época es hablar de una etapa clave dentro del J-Rock. El número de bandas aumentaba considerablemente y gracias a nuevos programas de televisión como “Heisei Meibutsu TV” y su sección Ikasu Bando Tengoku donde daban a conocer a numerosísimos grupos, el auge de bandas con estética recargada y nuevos “idols” estaba en lo más alto. De estos primeros tiempos ochenteros cabe destacar a Seiko Matsuda, Onianko Club o Hikaru Genji y el nacimiento de del japametal, influenciado por el heavy metal occidental y llevado por todo Japón por los Seikima II.

A mediados de la década comienzan los grupos que fueron buque insignia del J-Rock y los iconos culturales de varias generaciones como Kabuki-Rock y los X Japan, grupo del que hablaremos a continuación.

Fundados en 1982, esta banda que etiquetaremos dentro del heavy-metal formada por Yoshiki Hayasi y Toshimitsu Deyama llegó a vender 20 millones de discos y cosechó numerosos éxitos dentro del país.

Comenzaron siendo una banda escolar llamada Dynamite con Yoshi a la batería y Toshi a la guitarra interpretando temas de otros grupos, pero los cambios en los componentes del grupo llevaron a la creación de un nuevo grupo, esta vez bautizado como Noise fraguando algunas de las canciones que más tarde grabarían con X Japan. Las discusiones entre los miembros daban lugar a entradas y salidas de los componentes hasta que finalmente se consolidaron como grupo bajo el nombre de X.

A comienzos de los 90 ya eran premiados en todo el país, los ya conocidos como X, arrasaban en los conciertos y el número de fans iba en aumento. Multitudinarios conciertos en el Budokan y en el Osakajo Hall fueron más que suficientes para que su fama atravesara fronteras y llegaran a grabar en Los Ángeles su disco “Jealousy”. A la vuelta, en el aeropuerto de Narita, se encontraron con una avalancha de periodistas y seguidores; el fenómeno estaba despegando. Pero todavía existían problemas internos en el grupo ocasionando la salida del bajista Taiji y el fichaje de Heath sustituyéndole, con un nuevo cambio, la banda fijó su nombre como X Japan.

Durante los años siguientes lanzan singles que serían éxito rotundo en ventas y lanzan “Dahlia”, un nuevo y último trabajo al que le siguió una gira que tuvo que cancelarse varias veces debido al estado de salud de Yoshiki. En el 97 se acabaron las actuaciones para los chicos y la mala fortuna se cebó con ellos; Toshi dejaba el grupo dejando cojo al equipo y no les quedó más remedio que ofrecer una multitudinaria rueda de prensa que fue televisada por todo Japón para anunciar la disolución de X Japan cuando pasaban por su mejor momento.

Tras la separación, cada miembro siguió carrera en solitario; pero el más exitoso era Hide (guitarra) con su banda Hide with Spread Beaver. Con la entrada del nuevo milenio los rumores de un regreso de X Japan se hicieron oficiales pero el nuevo proyecto se vino abajo con la fatídica noticia del fallecimiento de Hide, toda una desgracia para sus fans, que incluso intentaron suicidarse.

En 2007 se volvió a anunciar un regreso que esta vez pudo confirmarse y llevarse a cabo. X Japan volvían para alegría de sus seguidores, con nuevas canciones y gira mundial. Su gran salto lo dieron con el segundo LP titulado “Blue Blood” (1989) que a día de hoy está considerado como uno de los mejores álbumes de J-Rock. Otro de los trabajos a recordar fue el EP “Art of Life”, que contiene una única pista con un minutaje de media hora el cual es considerado el ‘Stairway to Heaven’ del rock japonés.

“Blue Blood” tira por los derroteros del rock sinfónico dentro del power-metal y el heavy. Fue el segundo disco oficial del grupo editado por la disquera Ki/oon y grabado por Sony CBS. Consta de doce cortes, encontrando en ‘Week End’, ‘X’ y ‘Endless Rain’ los mejores temas de este notable álbum.
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ESTANCAMIENTO Y DERIVADOS (LOS AÑOS 90)



Llegados este punto, la nueva década ofrecía renovadas mezclas aunque esta vez dando paso al pop sintético y el dance, el hip hop con Seiko Ito y Kan Takagi y el R&B de Toshinobu Kubota publicando una decena de álbumes y el éxito en 1996 con el cálido tema ‘La La La Love Song’ acompañado de la modelo Naomi Campbell.

El shibuya fue otra de las tendencias que dejaban huella con los sonidos de Pizzicato Five, Scha Dara Parr, Flipper’s Guitar, etc, bebían de varios estilos como el ye-yé francés, el lounge y la bossa nova, aunque este estilo fue etiquetado como “mainstream” y totalmente comercial.

Las ventas subían como la espuma debido a la aparición del CD, pero no duró mucho tiempo la alegría pues a finales de los 90 llegó la crisis a la industria musical japnesa.

Pero centrémonos en el J-Rock; porque aparecía uno de los máximos estandartes del espectáculo ya no solo musical, sino del cine y la moda. Gackt de nombre artístico (su nombre original se mantiene en secreto así como su año de nacimiento) venía de padre trompetista y madre esteticista, los cuales, de firme educación, iniciaron a Gackt a tomar clases de piano con unos tempranos tres años lo cual ocasionó que en el futuro que se le presentaba fuera muy competitivo causándole algún que otro susto con la salud.

En su adolescencia se centra en el rock y entra a tocar como batería en Cain’s Feel hasta que el vocalista deja el grupo y Gackt pasa a ocupar su lugar. Las dotes como vocalista y su estilo lo llevan a convertirse en el líder de una de las bandas más importantes de esta década, Malice Mizer, de estilo punk y aires góticos. Ahí conoce la fama y el reconocimiento pero no sería hasta 1999 cuando por problemas con los productores deja el grupo y decide continuar en solitario teniendo una carrera meteórica que lo conduce a ser el icono de la cultura moderna japonesa.

Desde trabajos inmejorables como “Mizérable”, pasando por composiciones para la TV, modelo para videojuegos y llegando a ser actor en la serie de éxito “Fuurin Kazan”, Gackt es sin duda el ídolo del momento que sigue en plena forma y en activo tras diez años de carrera llevando a cabo nuevos proyectos, como la banda S.K.I.N junto a Yoshiki (X Japan), Sugizo y Miyavi del cual hablaremos más adelante.

Actualmente Gackt se encuentra rodando la película “Bunraku”, dirigida por Guy Moshe y protagonizada por Josh Hartnett, Woody Harrelson, Demi Moore y Jordi Mollà.
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Por último, dentro de esta década, y formados en 1997, cabe nombrar a Dir en Grey, que de estética más occidental lograron escalar desde el indie más humilde hasta giras internacionales en festivales como el Rock am Ring, en el Wacken junto a Deftones, recorrieron Texas, Nueva York y en Europa se marcaron otro tanto. Más cercanos al nu-metal son internacionalmente conocidos por obras como “Withering to Death”, “Uroboros” (disco clave) o “Gauze”.

RESURGIMIENTO, EXPANSIÓN Y RAMIFICACIONES DE ESTILOS (EL NUEVO SIGLO)



Con la entrada del milenio resucita el J-Rock y se confirma su poder dentro del mercado discográfico. Bandas como Mr.Children, The Pillows, L’Arc~en~Ciel, etc, atraían con su pop/rock a generaciones ya aburridas de pop sintético.

L’Arc~en~Ciel se consolida como uno de los referentes de la época tras comenzar en 1993 a pisar los escenarios del país nipón y cosechar éxitos que los condujeron al nuevo siglo con el reconocimiento y fama que necesitaban para explotar en años venideros. Grandes canciones como ‘Dive to Blue’, con guitarras “udoseras”, ‘Driver’s Hight’, al más puro estilo road-movie, ‘Flower’ y ‘Honey’ se convierten en himnos en los conciertos.
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Con ellos, aparecen nuevas bandas dentro del visual-kei como Nightmare con Yomi (voz), Hitsugi (guitarra rítmica), Sakito (guitarra), Ni ~ ya (bajo) y Ruka (batería) que a su vez forman el grupo Sendai Kamotsu de manera paralela y caracterizados totalmente diferentes a como acostumbran normalmente. Cerca de diez álbumes les respaldan, algunos como “Ánima” se convierten en discos de cabecera para sus fans.
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Dentro del género visual aparecen y desarrollan nuevos géneros y estilos que para diferenciarlos no solo en lo musical, sino en lo estético. Ahora pasaré a desgranarlos:

Kote-kote:
Estética andrógina y sombría. Destacan por los peinados estrafalarios y de colores para cada componente del grupo que llevan ropas muy recargadas de cuero, corsés, guantes… y maquillaje donde se destacan los ojos y labios dejando un rostro de tonos pálidos. Grupos conocidos dentro de este subgénero son, Roman-Z-er, Derail y Aliene Mariage.

Angura:
Término procedente del underground acompañado de una música influenciada por los sonidos más tradicionales. Sus vestimentas se basan en kimonos y el maquillaje blanco. Procuran tener toda la influencia japonesa posible sin un ápice de “intoxicación” occidental, el ejemplo más claro es el grupo Kagarra.

Oshare:
Surgió en 2001 y viene a significar “estilo” o “de moda”. Las letras de tónica positiva repasan temas como el amor y la felicidad. En sus ropas combinan los tonos oscuros, generalmente el negro con colores vívidos y llamativos. Teddy, Antic Café o Ayabie son los más representativos.

Eroguro:
Es una contracción fonética adaptada al japonés proveniente del inglés “erotic and grotesque”. Su apariencia consiste en ir maquillados de la manera más erótica, fea y agresiva llevando ropas de cuero, látex o vinilo comúnmente rasgadas. Conocidos dentro del género son MUCC, Merry o Cali Gari.

Kurofuku:
Estilo en desuso que al igual que los otros géneros, gustaban de llevar ropas oscuras. Youka es la banda precursora de este estilo a la cual le siguieron sin mucho éxito ZI: KILL, Luna Sea o By-Sexual.

Nagoya:
Designados así por tocar y desarrollar su estilo cerca de ciudades o zonas, como la ciudad de Nagoya, de ahí su nombre. Buscaron tener un estilo propio lo que les hizo prosperar en sellos indies hasta llegar a grandes casas discográficas.

Iryou:
De tendencia un tanto extraña, visten ropas médicas para aparentar una imagen de psicópatas y agresivos. LuLu y Sex-Android compiten por la camisa de fuerza más exitosa (nótese la nota de humor). Influenciados por el punk británico, el deathrock y grunge constan de dos generaciones de bandas, la primera entre los 90 y 2000 tuvieron hornadas de grupos tales como Laputa, Silver Rose, GULLET o Kuroyume. La segunda generación que parte desde el 2003 hasta nuestros días tiene como banderas a DEATHGAZE o UnsraW.

Kurafu:
De nuevo el maquillaje agresivo gana presencia. The Piass o AntiFeminism (telita con el nombre) son los grupos que promueven un estilo estridente y espantoso que combina el Death-metal con el hardcore entre gritos y lamentos.

Nomuro:
Sin mucho que ofrecer, viene a ser “banda normal”. Es curioso que dentro de una vorágine de estilos y diferencias que huyen de lo común, aparezcan bandas que quieran ser “normales” como Klaha. Aunque no es del todo una ramificación del Visual.

Toroteru:
Totalmente glamouroso y estrafalario. Un punk mezclado con rock, casi rozando el glam que ha parido a un ídolo de masas por Japón, el muchacho conocido como Miyavi (MYV) de nombre real Ishihara Takamasa. Personalmente, es otro de mis favoritos junto a Nightmare y L’Arc~en~Ciel. Comenzó siendo guitarrista del grupo Due’le Quartz donde componía la mayor parte de los temas. En 2002, cuando se separaron, el joven Ishihara emprende una carrera en solitario tras la máscara de Miyavi. Dentro de su extenso currículum musical con ocho trabajos de larga duración me quedo con “MYV*POPS”, que va desde la balada, pasando por el rockabilly hasta el rock más estridente. ‘We Love You’, ‘Are you Ready to Rock?’ y ‘Gigpig Boogie’ son esenciales en este disco, sobre todo la última. El ídolo de masas en Japón ha arrasado prácticamente en todo el mundo ofreciendo conciertos en Brasil, Chile e incluso España, precisamente en la Sala Apolo de Barcelona. Actualmente ha firmado por EMI y promete otra retahíla de éxitos.
Podéis escucharlo en su Myspace.

Otro grupo actual a tener en cuenta es Möno, banda nacida en Tokio en los primeros comienzos del 2000. Dentro del indie, estos jóvenes practican un post-rock instrumental tenue que va in crescendo según avanzan las armonías combinadas entre el clasicismo y la experimentación. De preciosa factura el You Are There editado en 2006.

EL J-ROCK FUERA DE JAPÓN

La gran aceptación entre el público occidental de bandas como X-Japan, Gackt, Nightmare o Miyavi provocó un boom de actuaciones y numerosos clubs de fans en países hispano-parlantes como Chile, España, Argentina e incluso Costa Rica donde ha crecido el número de aficionados a la cultura japonesa y en otros rincones del mundo (a parte de EEUU) tales como Turquía, Italia o Finlandia, donde incluso se han creado restaurantes en torno a un grupo y convenciones.

Como curiosidad es reseñable las múltiples bandas occidentales que rinden tributo a estos grupos: Sonata Ártica, Cellador, Anorexia Nervosa o Dragonland.

Los coleccionistas deben saber que algunos de estos discos son muy difíciles de conseguir (sin contar las descargas), pero navegando por eBay y páginas del estilo daréis con alguna joya. En cuanto a tiendas hay algunas pero mayormente dedicadas al merchandising de series, al anime y demás, las hay online y físicas. También existe la posibilidad de viajar a Japón y empaparse de toda la cultura en sus tiendas de discos.

Otro recurso es acercarse a ferias y salones de manga donde hay puestos y stands dedicados completamente a la música y rock japonés. Pero, ¡OJO!, que no os den gato por liebre. Cuidado con los discos que vengan con el sello de Miya Records, pues son copias falsas fabricadas en Taiwán y Corea. Un servidor se hizo con copias originales en CD de rockabilly japonés a bastante buen precio en subastas online o en alguna que otra tienda donde adquirí el vinilo de Satori (“Flower Travellin’ Band”) y en salones manga.

Ahora… ¿hay algo más allá de nuestro sonido occidental y que desconocemos aún a día de hoy? Está claro que sí, quizá muchas bandas sean más de lo mismo, pero merecen el respeto y nuestra atención porque es posible que más de uno se lleve una grata sorpresa.


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